Comencé a escribir este editorial en mi teléfono celular el 21 de junio, festejado en Canadá como el día de los aborígenes o el día de las Primeras naciones. Ese día fui a la plaza Cabot a participar de las festividades. La plaza Cabot debe su nombre a un explorador italiano, Giovanni Caboto. La estatua de Caboto fue donada por la comunidad italiana de Montreal. Pero bajo esa apariencia toda europea, la plaza Cabot se ha ido constituyendo en un lugar de encuentro para las comunidades cree y inuit, pueblos del norte que vienen a recibir servicios médicos a la gran ciudad en los hospitales cercanos.
Un problema de vagancia y consumo de drogas había sido identificado y la ciudad buscaba la forma de revalorizar la plaza. Un proyecto comunitario decidió hacer de la plaza un lugar en el que la presencia indígena sea bienvenida. Desde hace tres años, el proyecto ha hecho de la plaza un lugar de difusión de la cultura indígena y de encuentro con los no-aborígenes. El día de las Primeras naciones de este año se realizó un gran evento con prestaciones musicales y de baile. En un momento el público fue invitado a bailar y una señora indígena nos mostró cómo hacerlo con gran orgullo, diciéndonos que era su día.
Un poco más tarde, sentado en un escaño del parque, decidí que el espíritu de este número de Apostles Review se reflejaba bien en ese momento.
Desde el optimismo con que comencé a escribir hasta ahora hubo un hecho que marcó a la ciudad de Montreal y sin duda a toda la provincia. Fue la cancelación de la obra Slav de Robert Lepage y Betty Bonifassi. Quizás el solo punto sobre el cual hay acuerdo al respecto es que se trató de un desencuentro mayor. No me pronunciaré sobre quién tiene la razón en esa polémica. Simplemente sobre el hecho que nuestro festival de Jazz de Montreal, lugar de encuentros internacionales, interculturales y entre diferentes tipos de creadores fue atacado y que las fuerzas policiales debieron intervenir para permitir la realización de un evento artístico. Signo de los tiempos confusos en que vivimos.
Nuestra revista no es para nada una empresa comercial. Circula entre amigos, en la librería Las Américas y en algunos medios académicos. No es una amenaza para nadie y no la veo en medio de la controversia. No creo que la anti-émeute esté presente el día que la lancemos en la Las Américas. Dicho esto, nuestras voces están lejos de la pureza racial, lingüística o cultural. Somos las voces de las mezclas. Más que nadie, los inmigrantes navegamos en identidades múltiples y sabemos nutrirnos de ellas.
En este número nuestro director Alejandro Saravia nos presenta tres textos, Declaration to the Gods by a Word Herder, Distances y Esperando a la Muerte. Tres magníficos textos en los que trata de amor, de sueño y de la Muerte a la que se intenta distraer el tiempo necesario para aprender a tocar el charango. El hecho que cada texto sea en un idioma diferente es en sí una declaración de amor a la pluralidad de nuestra ciudad.
Lizandro Arbolay escribe un texto en el cual cuenta un encuentro particular entre tres mujeres representantes religiosas y un hombre. Un desencuentro en el que nadie obtiene lo que desea. Pascual Delgado nos presenta el no-encuentro de un profeta con el pueblo de Pompeya poco antes de la erupción del volcán. Denise Desautels y
Flavia García nos presentan un poema escrito a cuatro manos con referencias a la solidaridad femenina y ciertos puentes entre la lengua española y la francesa. Maya Khankoje nos habla de los encuentros y desencuentros con un ritmo de baile. Menciona los tweets del presidente naranja después del G7. Sergio Martínez nos habla del encuentro de un profesor con sus estudiantes y del encontronazo que representó la llegada de los europeos a América. Lida Nosrati nos presenta un magnífico texto sobre el rencuentro de un emigrante con su país de origen y el sentimiento de nostalgia continua que se genera.
Monique Pagé y Rodrigo Sandoval presentan un texto bilingüe en el cual se habla de baile y de traducción como contexto de encuentros y desencuentros. Alberto Quero propone un texto trilingüe en el cual emergen palabras comunes en los tres idiomas. Joanne Rochette propone un texto en el cual cuenta un laborioso encuentro con su peluquera con la que intercambia acerca de su identificación con Colombia. Finalmente Elvira Truglia propone un texto sobre los cambios en las leyes del trabajo en Italia desde el punto de vista de un encuentro con un trabajador italiano.
En este número de The Apostles Review se desencadenan creación, cooperación y reflexión. Se los presentamos con orgullo y con la esperanza que inspire nuevas obras y diálogos en el espíritu de apertura y tolerancia que deseamos continúe caracterizando a Montreal.
Rodrigo Sandoval
Verdun – Julio de 2018